Tercera parte (Capítulo 3, abstract).
La Reunión
Subrepticiamente
el hombre que acompaño a Diatlov fue precisamente uno de sus amigos y
principalmente su mano derecha. Esta persona fue la que suplantó la formula de
la Metilamina que Diatlov importaba desde Corea. Esa fórmula, magistralmente
copiada, fue la que le permitió a este hombre de negocios y relaciones con el
Medio Oriente hacerse de una indecible fortuna que lo llevó a la cúspide del
ríspido negocio de los componentes necesarios para combatir las armas químicas
que aunque ocultas, seguían allí, delante de las narices del mundo existiendo y
matando personas. Una de ellas y la más utilizada, a pesar de la creencia
occidental, era la de la toxina del Botulismo[1], y mayormente la del bacilo del Carbunco[2]. La Metilamina
era uno de los elementos primordiales entonces para la fabricación de los antídotos
contra este tipo de enfermedades. Los Iraquíes, y los Afganos, principalmente
los Talibanes, las utilizaban en pequeñas dosis contra el ejército regular, por
lo tanto el mercado era lo suficientemente amplio como para dar un rédito más
que abultado.
Sin más
preámbulos, la persona de confianza de Diatlov y doctor en Biofarmacéutica, era
ni más ni menos que el prestigioso Dr. Oleg Petrov. Ambos se presentaron
delante de Sachenco y de Boyle, claro que la reacción de éstos por la presencia
de un desconocido fue realmente consecuente con lo que luego iba a suceder en en aquel
lugar.
[1]
El botulismo es una intoxicación causada por la toxina botulínica, una neurotoxina bacteriana producida por la bacteriaClostridium botulinum. La vía de intoxicación
más común es la alimentaria: Por ingestión de alimentos mal preparados o
conservados de manera inapropiada, pero también puede adquirirse la enfermedad
por la contaminación de heridas abiertas, o como efecto colateral del uso
deliberado de la toxina en el tratamiento de enfermedades neuromusculares o en
muchos casos como causa de la inhalación en forma de pulverización mediante
ojivas por detonación en armas químicas.
[2] El carbunco (anthrax en
inglés, y también conocido como ántrax maligno o ántrax en
español, aunque este último término es también sinónimo de furunculosis por Staphylococcus aureus)1 es
una enfermedad contagiosa, aguda y
grave, que puede afectar a todos los homeotermos y
entre ellos al hombre, causada por Bacillus anthracis, un bacilo Gram positivo, anaeróbico facultativo y esporogénico
que se encuentra en el suelo. La severidad del carbunco en el hombre varía según el
modo de contagio y la velocidad del tratamiento; el carbunco cutáneo, la
manifestación más común de la enfermedad presenta una mortalidad baja. En
cambio, el carbunco pulmonar es letal en la mayoría de los casos. Las esporas
de B. anthracis se han investigado como
agentes de guerra biológica, y han sido usadas en ataques con carbunco en 2001.