Cuando pensó que llegaría a destino, faltando pocos metros para cruzar el obscuro camino que la llevaría de nuevo a su casa, una mujer se interpuso entre la tenue luz de la calle y la pálida mirada de la luna, en ese instante en que el espíritu entra en la vigilia, le fue arrebatada la vida.
Martín Ramos
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