Misantropía















Mis más oscuros sentimientos mueven las montañas de mis manos rocosas, melladas de estigmas antiguos, de falsedades que aún hoy atormentan mi pensamiento.
En ocasiones creo que la locura no es más que un estado del cual se puede entrar tan fácilmente como si se entrase a un bar a beber una copa de vino.
En otras tal vez pienso que ya lo estoy, y que finjo como ¨Asterión¨ cruzarme y mezclarme entre la plebe. La misantropía tal vez sea un error humano, la perceptible equivocación de quien no quiere aceptarse a sí mismo.



















Crimen




Cómo mitigar el horror -preguntó-. Sin embargo estaba feliz, pero en esa reverberación en la que se escondía una falacea verborrágicamente inconexa, dio el pequeño salto que apaciguó el mar de sensaciones imberbes. ¿Quién es el dueño de la verdad aquí?. Por supuesto el que juzga a los demás, aquel que lo acompañó a encerrarse en el mundo de los sueños hechos realidad. 
¡Por fin supo que todo estaba en sus manos!. En última instancia era él quien debía deshilachar los pormenores del crimen que había cometido. Su madre yacía en la habitación contigua. Parecía una muñeca de porcelana hundida en un pesado y decrépito cielo rojo. 
Movió los ojos buscando el espejo dorado. En fin; los cerró antes de poder hallarlo.

































Nunca olvides guardar dos monedas, es el precio gravado para poder cruzar el Aqueronte.

Despedida

Cuando pensó que llegaría a destino, faltando pocos metros para cruzar el obscuro camino que la llevaría de nuevo a su casa, una mujer se in...