Cuarto oscuro

   Pensó en entrar, no sabía lo que le esperaba del otro lado. (En otras culturas, aceptan el destino como algo sagrado). No sentía miedo, o al menos creo que no lo sentía. 
    Su pasado era oscuro, cargaba muchas almas con sigo, hablaban con él, le susurraban al oido. LLegaron a volverlo loco en noches de insomnio y tempestad.
    Tenía sangre en el costado derecho, el último enfrentamiento, (su último trabajo, en todo sentido), le había dejado aquella marca. Colocó suavemente la llave en la cerradura, la giró, toda la mugrienta pocilga estaba a oscuras. 
   Cerró la puerta (¿intuyendo que alguien más estaba allí?), eso no importó. Cuando se volvió hacia la cocina con los trastos sucios de la noche anterior, percibió que allí terminaba todo.
    Un proyectil encamisado penetró el agitado pecho, detrás del poderoso estampido, la puerta se cerró.



                                                                                                                          Martín Ramos

El último viaje (martín Ramos)

       Me enterré en el subsuelo donde las palabras pulverizan los huesos.
    Y lo peor, es que jugué a jugar el juego del lenguaje de los mármoles que reverberan las rosas dejadas.
       Justo el día en que la acompañé en su último viaje.


                                                                                          A Beatriz Margarita


Como me encantás Cristina.....

Despedida

Cuando pensó que llegaría a destino, faltando pocos metros para cruzar el obscuro camino que la llevaría de nuevo a su casa, una mujer se in...